Las fiestas

Las Fiestas Patronales, forman parte de la idiosincrasia de un pueblo. En ellas se junta lo lúdico, con lo religioso, de una manera tan profunda que a veces es complicado discernir donde está la línea divisoria entre ambas.

Hasta en las épocas dónde en Caracenilla había menos recursos y se pasaba más necesidades las fiestas no han dejado nunca de celebrarse.

Algunas tradiciones se han ido perdiendo, como la entrada de moros, en la que la gente del pueblo interpretaba una especie de obra teatral representando la reconquista del pueblo por los cristianos. Las danzas y las Loas también se han perdido, posiblemente debido al envejecimiento de la población, ya no quedan nuevas generaciones dispuestas a continuar con estas tradiciones. A pesar de esto el espíritu se sigue manteniendo, y no hay nada más grande para alguien de Caracenilla que poder disfrutar de sus fiestas.

Antiguamente las fiestas se celebraban en septiembre, el día del Cristo es el 14 de dicho mes, y el baile se solía hacer debajo de la acacia que da cobijo al pueblo y a sus gentes, firme ante el paso del tiempo en la plaza.

En los 60 y 70, la amenización musical corría a cargo del gran Cañamón y su acordeón (instrumento oficial de cualquier fiesta que se precie). Cañamón es uno de esos personajes entrañables, grabado para siempre en la memoria colectiva de un pueblo, sentado en su silla marcando el compás con el pié. Si se le paraba el pié, se paraba la música, era incapaz de seguir, y claro, conociéndonooos… estaba la música más tiempo parada que sonando.

En una época más reciente se decidió trasladar las fiestas al tercer fin de semana de Agosto que era cuando más gente había allí de vacaciones, y se decidió modernizar las fiestas. Aquellos fueron años dorados para el pueblo... sin duda alguna durante mucho tiempo fueron unas de las mejores fiestas de la zona, venía gente de todas partes, y el pueblo se abarrotaba con coches aparcados hasta el cruce del pueblo, y la era de San Pedro improvisada como aparcamiento (si hubiese existido entonces la zona azul...)

En estos años dorados en las fiestas había vaquillas, que se soltaban por el pueblo de improviso, por menos de nada te podías llevar un buen susto... en donde está hoy el remodelado frontón antes sólo existía una era, en la que se ponían antiguas galeras, y remolques de tractores en circulo para que el gran novillero "El Catalán" hiciera la faena pertinente para entusiasmo del publico asistente.

Por la noche... bueno, y a cualquier hora del día también se tiraban las tradicionales carretillas o correpies, eso sí que era demasiado, no se podía ni andar por el pueblo, era una tensión constante a ver por dónde te iban a tirar la carretilla. También se tiraba una traca al final en la plaza del pueblo.

Y que decir de los grupos y orquestas, lo mejor de lo mejor... empezando por "Cristal", quién le iba a decir a Carlos Rivas que iba a llegar donde está, también actuaron en Caracenilla grupos míticos en la zona como "Albatros,", "Altozano", "Barro", y hasta un día llegaron a actuar "Los Rocieros de Huelva"... aquel día estaba la plaza reventá. Por estas fechas existía en la plaza algo característico, lo que viene en llamarse tribuna, cada año se encalaba y servía para que los músicos tocasen, debajo tenía la Felipa su trastero particular, es lo que tiene ser la "alguacila"... Finalmente se tuvo que tirar debido a que las orquestas crecían y se quedó pequeño, entre los "hombres" del pueblo construyeron uno mas moderno, grande y desmontable, recientemente ampliado por Juanpa, todo hay que decirlo.

Hoy en día es todo más relajado, y especialmente el domingo y el lunes, que son unos días mas para disfrutar de la charla, contar historias y descansar de los excesos del viernes y el sábado. Se sigue luchando por mantener viva una llama que empezó a iluminar nuestros corazones hace mucho, mucho tiempo atrás...

Hoy en día se siguen haciendo también unos pequeños festejos en Septiembre, que si no la gente mayor del pueblo nos mata... el día del Cristo (14 de septiembre) se hace una misa, por la noche cena y algo de baile, en los últimos años amenizado por Paco "el músico", también conocido como polvorilla (que este año se nos jubila, una pena oyes)

Desde hace unos años se viene colocando en la plaza un chiringuito de bebidas espirituosas puesto por la Comisión de Festejos para sufragar los gastos de las fiestas, porque con el precio que cobran hoy en día las orquestas y que la vida está muuu cara, nos es imposible solo con el dinero de la gente del pueblo pagar todas las fiestas. L@s improvisad@s camarer@s son l@s moz@s del pueblo (y algun@ no tan moz@) que sacrifican unas horas de las fiestas de su pueblo para conseguir que año tras año este chiringuito nos siga dando muchas alegrías y algún disgusto. Así que si vienes a nuestras fiestas no te olvides de tomarte un peloti, cacharro, chisme, cubata o piscolabis en el chiringuito que es para el bien del pueblo

Por eso hay que agradecer a la Comisión de Festejos (de este año, de años pasados, y a las que vengan) y a todos los vecinos del pueblo la colaboración que desinteresadamente prestan para hacer posible que año tras año se puedan seguir celebrando las fiestas patronales de este pueblo... sin ellos sería impensable que un pueblo pequeño como el nuestro pudiera tener éstas magníficas fiestas. Los vecinos de Caracenilla aportan desinteresadamente dinero y tiempo para poder sufragar los gastos de estas fiestas, ya que prácticamente la aportación institucional es nula.

"...No faltes este año a las fiestas de tu pueblo..."