EL VALLE DEL RIO MAYOR

El Valle del Río Mayor es uno de los ejes principales de tipo fluvial de toda la Alcarria Conquense. La morfología a la que da lugar su cuenca es de ribera, dejando a ambos márgenes de su curso ejemplos interesantes de Alcarrias. El asentamiento urbano de dicho valle también ha sido importante, comprendiendo los municipios de Huete (con las pedanías de Bonilla, Caracenilla, Castillejo del Romeral, Verdelpino, Valdemoro del Rey, Saceda del Río, Moncalvillo de Huete), los Valdecolmenas (de Arriba y de Abajo), Villarejo de la Peñuela, Villar del Saz de Navalón, y Villar del Maestre y Cuevas de Velasco.

Todas las poblaciones del Valle del Río Mayor están comunicadas por carreteras de distintas categorías. Para trazar cualquier ruta entre ellas puedes enlazar con la Guía Michelin.

La evolución histórica del Valle del Río Mayor debe remontarse a la época paleolítica, si bien en todo su recorrido desde su nacimiento hasta el pantano de Buendía encontramos vestigios del período romano, visigodo y árabe. En el siglo XII la vega del Río Mayor, al igual que toda la comarca, entró a formar parte de la Corona de Castilla, repoblándose la zona durante la Reconquista.

El pasado histórico de la comarca es de gran interés artístico, siendo un claro ejemplo Huete, que posee el título de Noble y Leal Cuidad, otorgado por los Reyes Católicos, siendo uno de los mayores conjuntos conventuales de Cuenca. Son dignos de mencionar, la Merced edificio histórico de gran valor artístico-cultural y en cuyo interior podemos visitar los museos de arte contemporáneo, arte sacro y el museo etnográfico, las ruinas del Castillo-Alcazaba y el convento de Jesús y María. En Cuevas de Velasco nos encontramos con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y su típico casco urbano, las vistas desde el mirador del castillo y su lavadero romano. Todo el casco antiguo de Valdecolmenas ofrece un aire tradicional con su vistosa Iglesia barroca de la Asunción de María.

En Caracenilla son significativas la iglesia de San José Santo Domingo de Silos, construida de 1790 al 20 de abril de 1793 en el que terminaron las obras sobre la base de otras dos anteriores. Teniendo datos de que la segunda fue construida de 1569 a 1579, con orientación Este-Oeste estando ubicada dentro de la actual en las capillas laterales que forman la planta de cruz latina, siendo la actual Norte-Sur.

Fijándonos en la fachada podemos ver los restos de la anterior, en la puerta que existe tapiada junto a la puerta lateral por la que se tiene acceso a la Iglesia, y en el campanario, las ventanas también tapiadas a una altura inferior de donde se encuentra el mirador de este.

Y así mismo, también encontramos la ermita de principios del siglo XIX dedicada a la Inmaculada Concepción.