Ablentar - Lanzar al aire la mies trillada. Separar el grano de la paja. Se podía realizar a mano con la horca, o con la máquina ablentadora (que hace más ruido que el camión de la basura y el afilador juntos por lo menos).

AfuchinarRealizar un trabajo minucioso y difícil, poco apto para un ambrollero. Dada la dificultad que entraña este tipo de acción, es frecuente que el que la realiza, haga un repaso del repertorio de exabruptos de la zona relacionados con el santoral; mejor no acercarse. Un buen afuchinador siempre se le verá con el ceño fruncido y la lengua a medio sacar cuando está en plena acción, es algo que da credibilidad a su trabajo y que le ayuda a vencer las dificultades.

Amolar - Fastidiar, molestar. (¡No amueles! por ¡No molestes!), se viene usando también para expresar sorpresa o asombro ante lo que dice el interlocutor, "ayer me toco la lotería", "¡no jodas!", esto... ¡no amueles!.

Almadana – Especie de mazo de hierro con la cabeza de unos dos o tres kilos y el astil de unos 80 cms que en la época del subdesarrollo se utilizaba en labores de demolición, sobre todo en el desmenuzamiento de piedras grandes. Era por tanto, la herramienta habitual de canteros y camineros, aunque en ocasiones, los terratenientes practicaban también con ella la técnica del mochazo, para dirimir discrepancias sobre la ubicación de algunos mojones.

Ambrollero – Individuo poco dado a los detalles, que no pone mucho interés en los trabajos que realiza, y por tanto, sus resultados provocan la irritación de quien se los ordena, o sea, un auténtico chapucero.

Angarillas – Especie de portería de fútbol que en la época del subdesarrollo se colocaba sobre las paredes de galeras y remolques para aumentar su capacidad. Artilugio habitual del paisaje veraniego, se utilizaba mayormente para acarrear la mies desde el rastrojo hasta la era, y no tenía más objetivo que el de reducir el número de viajes entre estos dos parques naturales. Se ve que por aquel entonces, el campo empezaba ya a preocuparse por la productividad y la reducción de costes.
Apachusques O apichusques. Dícese de los medios y elementos, ya sean herramientas o materiales, necesarios para realizar la labor encomendada, desde el punto de vista del artista.
Apanarrarse - Peculiar forma de sentarse que algunas personas utilizan para contener sus deseos de ponerse a trabajar. De postura casi horizontal, el lugar preferido suele ser el sofá, donde se deja el cuerpo en estado de abandono y a merced de la fuerza de la gravedad. De esta forma se llega a conseguir un estado de semi-inconsciencia que hace que el objetivo se cumpla con facilidad. En la actualidad, a esta práctica se le ha introducido una importante variante que ha contribuido a mejorar su eficacia: el mando de la tele. Con él, la pérdida de lucidez se acelera y se consiguen antes los objetivos. Aunque ninguno lo dice, todos utilizan esta técnica con el mismo pensamiento: ¡Vamos que me apanarro aquí y que vaya a currar Rita la cantautora!
Aplico – Desorden generalizado de un determinado lugar, revoltijo de cosas desclasificadas Véase la habitación de un niño después de la visita de sus amigos, el maletín de un fontanero o la cocina de un hombre soltero, por ejemplo. En esta palabra se inspiraron los primeros informáticos cuando a un conjunto de programas le llamaron “Aplicación”.

Ardacho – Adán. Persona, generalmente hombre, de aspecto descuidado y poco preocupada por mejorarlo. Suele comer sin servilleta y ante la realización de cualquier tarea, disfruta decorando sus prendas con muestras de los materiales y sustancias que maneja. Fuente inagotable de irritación para su madre o esposa.

Arrechuz – Arrebato, sobresalto repentino con cierta dosis de locura que a veces se produce en las personas y otros animales sin causas aparentes. En ocasiones también puede presentarse como respuesta a determinados estímulos, provocando reacciones llenas de energía que incluso hacen salir corriendo. Que le pregunten al gato cuando se le acerca algún perro, o a los amantes de la gorra cuando llega la hora de pagar. Por otro lado, se convierte en algo necesario cuando nos tenemos que poner a hacer algo que no nos apetece, como por ejemplo, fregar los platos, ir al dentista o limpiarle la corte al gorrino.

Arreñal – Antiguo colector general del pueblo. Erial situado en las afueras destinado al depósito de residuos humanos. Estos podían depositarse, bien de forma diferida, por medio del tito, o bien personalmente, pero en este caso, al no existir papel higiénico, había que tener especial cuidado en elegir la piedra, más que nada, por si ya tenía color. Lugar no apto para invidentes o para visitarlo de noche.

AsobinarseApoyarse sobre una persona o cosa en forma perezosa, dejar todo el peso del cuerpo encima de algo o de alguien hasta resultar pesado. Lo que hacemos normalmente en el sofá después de comer, o lo que hacen los niños con nosotros cuando nos ven en esa postura, o lo que hace el novio con la novia queriendo ser cariñoso (o viceversa). También se aplicaba a un animal que al caerse se quedaba en una mala posición y no se podía mover. Viene a ser una variante de Apanarrarse.

Azogue Sí, sí, aunque esto para muchos sea un mineral líquido que se utiliza para medir la temperatura, nosotros lo entendemos más como una especie de inquietud o desasosiego que afecta al sistema nervioso de las personas (o animales). Aunque se produce también en algunos mayores, suele ser una cualidad típica de los niños, la cual les hace estar continuamente en movimiento y con la que parecen disfrutar como lo que son (enanos cabrones), tanto, que con frecuencia llegan a contagiar su excitación a los que les rodean. Si no fuera así, no se hubieran inventado frases tan poéticas como … ¡estate quieto ya de una puta vez, niño! o ¡vete a joder al puente los pernales, coñiiiooo! entre otras.