acerca del lenguaje en caracenilla

- Eh... ¿no tas enterao de lo de ayer?

- Yo no m'enterao de ná ¿pos que ha pasao...?

- Pos que ayer tarde cuando volvía Fulano d'afuchinar en la era, vio en el zopetero de debajo el arreñal a la hija de la Fulanita chuchando con el rochano del tío Pastor.

- Anda, anda, ambrollera, que tampoco es pa tanto la cosa...

- Cooopón que no... pos menuda escandalera... ¡hasta en la Muela se oían las ausiones...! Resulta que s'anterao el padre y ha dejao a la muchacha pínfana de un mochazo... y a la madre la dao un arrechuz que aína si vuelve...

- Pos ná... ni cosa... si por ese zopetero hemos pasao tóóóas...

Esta conversación no podría situarse en otro sitio que no fuera Caracenilla hace no muchos años, y seguramente se produciría, para terminar de situarnos, a las puertas de sus casas y con el tito medio lleno bajo el brazo...

Aquellos que no conocen nuestra riqueza lingüística, se sorprenden cuando van a Caracenilla por primera vez, incluso nuestras parejas, después de muchos años, se siguen sorprendiendo cuando sale algún palabro en alguna reunión familiar.

Muchas palabras o expresiones que usamos comúnmente en nuestro pueblo, no son tan vulgares como creen algunos. Están llenas de contenido y la mayoría de ellas tienen su sitio en el Diccionario de la Real Academia Española, aunque a veces, por evolución o por similitud, van adquiriendo otras acepciones muy distintas de las originales. Un ejemplo muy claro son los pelendengues, o los senojiles, o nuestro internacional y socorrido copón.

Como ya hemos apuntado en otras secciones, el lenguaje es parte de nuestro Patrimonio Etnográfico, y desde aquí vamos a intentar recuperarlo y conservarlo. Ah, y vamos a reivindicar nuestro sillón en la Real Academia...chorra.

Esperamos tus aportaciones.