LA VIVIENDA

A lo largo del tiempo la vivienda se ha ido adaptando, transformando y desarrollando tanto en el pueblo, como fuera de él.

En un principio estaba más acondicionada a las necesidades de almacenamiento, que a las propias de habitabilidad. Todo esto determinado por la relación existente entre el género de vida que tenían y sus necesidades domésticas.

Hoy son pocas las casas del pueblo que conservan las antiguas estancias, se han ido modificando en habitaciones, comedores, zonas de estar..., y se han ido dividiendo, gracias a las herencias de padres a hijos, formando un conglomerado, entremezclándose y montándose unas encima de otras.

Construcción
Los muros de las viviendas se construían con piedra y yeso, para las vigas se utilizaba la madera, y los pisos, los realizaban con bovedillas de yeso y madera. En los tejados ponían “bardo” (carrizo del río), y “vastúgos” de las olivas. Estos los colocaban encima de las vigas de los tejados para que las tejas no se hundieran.

Adobes y moldeLos tabiques los realizaban a ojo, y empleaban “adobes” para su construcción, que eran unos bloques de paja y barro. La tierra la convertían en barro mezclando agua, y le añadían la paja. Esta pasta la echaban en unos moldes de madera, y la dejaban secar al sol. Cuando estaban secos los almacenaban hasta su utilización, y dependiendo del tamaño del molde, era para tabiques, o incluso podían ser utilizados para muros de carga.

Para realizar estos muros, se podían utilizar los bloques prefabricados de adobe, o bien, se hacía todo el muro contiguo encofrándolo con tablones de madera. El interior del encofrado lo rellenaban de piedra, yeso y arena. Posteriormente, cuando estaba seco, retiraban los tablones, y enlucían los muros con yeso para rematarlos.

Roca de Yeso EspejueloEl yeso lo extraían de una cantera que había en el monte “Uterviejo”. Primero lo tenían que cocer en hornos con leña. Ellos mismos los construían en los zopeteros de las eras, hacían una especie de caseta en la que colocaban las piedras extraídas y debajo ponían la leña.

Estas piedras duras de yeso las llevaban a la era, las machacaban con el rodillo, y las trillaban. Posteriormente se cribaban, y quedaban listas para su utilización.

Tenían que tener cuidado con el grado de cocción del yeso, ya que si salía fuerte podía llegar a quemar las manos cuando trabajaban con él, había gente que incluso el amasado lo hacían con el “azadón”.

El yeso era el material empleado en toda la unión de los materiales de construcción, tanto para la piedra como para los adobes, al igual que lo utilizaban para enlucir las paredes.

Para pintar las casas se utilizaba la cal. En el verano, que hacia buen tiempo, era cuando en Caracenilla se veía a todo el mundo “enjabelgando” las casas. Con la cal se tenia que tener mucho cuidado, ya que te podía quemar donde te cayera. Para quitarla la fuerza había que tenerla en remojo mas o menos toda una noche, como crecía se tenia que ir añadiendo agua hasta que se deshiciera. Y Cuando estaba lista, con una brocha se pintaban las fachadas, y las paredes. Mas tarde empezó a utilizarse la “enjabelgadora”. Era una maquina parecida a las que se utilizan ahora para el gotelé, tenia una bomba de aire que se accionaba a mano por medio de una palanca. Las ventanas, las puertas y los zócalos de las viviendas, tanto interiores como exteriores, se pintaban con tierra roja de cerro el Olivar. La "cernían" bien con la criba, y la disolvían en agua hasta que se obtenía el color.

Portal Pajera Pesebres Cuadra Cocina Chimenea Trampilla de acceso a la Cueva Fregadero Escaleras

Ejemplo de vivienda típica


Planta Baja

Cueva. Estancia destinada al almacenamiento de vino en tinajas y quesos.
Cueva

Estancia destinada al almacenamiento de productos de matanza, aceite y harina. También se guardaba la artesa del pan.Estancia destinada al almacenamiento de cereales, frutas, hortalizas y legumbres.Habitación
Planta Alta

Doble altura sobre cámaraEstancia destinada al almacenamiento de cereales, frutas, hortalizas y legumbres.
Cámara

Vivienda funcional
La estructuración de la vivienda, se basaba como mínimo en dos plantas, además de la cueva y las cámaras. Si la casa era pequeña, se le daba mayor preferencia a las estancias de almacenaje y conservación, que a la propia estancia. Además como dato curioso, nos encontramos que en algunas de ellas las cuadras de los animales se ubicaban dentro de la propia vivienda, aunque generalmente las cuadras estaban en los corrales. Podría parecer en un principio un foco de suciedad, pero al mismo tiempo hacia que la temperatura de la vivienda aumentara con el calor de los animales.

La cuadra estaba acondicionada por unos “pesebres”, uno por animal, adosados a lo largo de una pared lateral, y mas o menos a 1 m de altura, en donde se le echaba la comida a las caballerías.

En una esquina de la misma, tenían la “pajera”, donde cabían 2 ó 3 sacos de paja, para no estar todo el día yendo y viniendo del pajar, a la cuadra.

Toda la suciedad de los animales, así como la paja sucia la tiraban al corral. Quien no tenía corral lo tiraba al “muladar”, que estaba al lado del “altillo” para las personas que vivían alrededor de esa zona (a la entrada de la Colá). Pero dependiendo de en que parte del pueblo se vivía, se hacían sus muladares.

El “muladar” era un trozo de tierra donde una familia generalmente tiraba sus basuras. Las cubrían con paja, y las dejaban descomponerse al aire, luego esto servia como abono para los campos.

Muchas veces, por falta de espacio en las estancias para la convivencia, y por la cantidad de personas que podían llegar a vivir en una sola casa (antes el índice de natalidad era muy elevado), tenían que dormir en las cuadras. Preparaban unos camastros o “camaestros” como dicen por aquí, que consistían en unos palos paralelos que colocaban por encima de las mulas, de punta a punta de la cuadra. Tejían una especie de red con unas cuerdas alrededor de los palos, y en ella se apoyaban los colchones que hacían de tela rellenos de paja.

La primera estancia que nos encontrábamos a la entrada de las viviendas era el “portal”. Correspondería a lo que llamamos ahora recibidor o hall, y por medio de él se accedía al resto de las estancias. Junto con la cocina era el más utilizado en las reuniones familiares..

En casi todas las casa del pueblo, desde el portal se accedía a la planta superior por medio de una escalera, y desde esta planta se accedía por otra escalera a los que hoy llamamos bajocubierta, que se correspondería con las “cámaras”, donde se conservaban los cereales en montoneras, así como las hortalizas y frutos del huerto.

En la parte inferior, en casi todas las viviendas existía la cueva. Aquí la temperatura era fresca. Conservaban en ellas el vino en tinajas, los quesos, y los jamones curados.

Generalmente en la cocina tenían una “alacena”. Era un hueco en la pared con unos “poyales” (estanterías), que estaba cerrada con una puerta de madera. La puerta tenia una rejilla para que respiraran los alimentos que guardaban dentro. Siempre al lado de la zona de la cocina también existía un “cernedor” o despensa. Era una habitación fresca, y poco soleada, donde guardaban la harina de amasar, la artesa, y los productos de la matanza.

La tecnología doméstica de nuestros abuelos
Todas las comodidades que tenemos hoy en nuestras viviendas, y que tal vez no seamos muy conscientes de ellas, como son la luz, el agua, el gas, o simplemente el cuarto de baño, en la época de nuestros abuelos eran impensables.

CandilLámpara de carburo
Así por ejemplo para la luz, utilizaban el candil, que funcionaba a base de aceite, y en el que introducían una mecha que encendían para que diera una llamita.

También se usaba el “carburo”, que era un cilindro, dividido en dos partes, una superior y otra inferior (como las cafeteras de hoy en día). En la parte inferior se metía una piedra de carburo, y en la parte superior añadían agua, el agua al gotear sobre la piedra desprendía un gas inflamable que era lo que salía por una boquilla lateral y con el que se iluminaban cuando lo encendían con el fuego.

Con respecto al agua, no quedaba mas remedio que hacer un ir y venir constante, desde la fuente a la casa. Llenaban las “cantaras” de agua y las vaciaban en las “tinajas” y “baldes”. En todas las viviendas existía más de un botijo, y el simple hecho de fregar los “cacharros” hacía desarrollar la imaginación. Para quitar la suciedad incrustada en tenedores, cucharas, y cacerolas utilizaban arena fina de los “escurrizos”. El jabón lo utilizaban para vasos y platos, al igual, que para la higiene personal.

TrébedesPara cocinar, es sabido que se utilizaban las chimeneas, y con ella toda una serie de utensilios para poder hacerlo, así por ejemplo usaban las “trébedes”, que eran las patas donde apoyaban las sartenes. Los “calderos” los colgaban de una cadena llamada “llares”, los “pucheros” los sujetaban al lado de las trébedes con el “tranco”, que era de forma circular donde encajaba para que no se cayera.

PlanchaDel fuego se servían para calentar las planchas, aunque después aparecieron otras mas modernas en las que se podían meter dentro las ascuas de la lumbre.

CalentadorEstas ascuas, también las utilizaban para calentar la cama por las noches con el “calentador”. Era una sartén con tapadera, en la que metían los rescoldos del fuego. Tenía un mango largo para facilitar el recorrido entre las sábanas.

Y para lavarse no quedaba mas remedio que utilizar palanganas y baldes, calentando agua en la chimenea. Y como cuarto de baño, además del “tito”, no quedaba mas remedio que utilizar la cuadra, el corral o buscarse la vida por el “altillo” o las eras... ¿qué se utilizaría como papel higiénico?...

Otras construcciones
Además de las viviendas, también se realizaban en el pueblo otras construcciones para satisfacer sus necesidades funcionales, por ejemplo los corrales y los pajares.

Los corrales se encontraban o bien pegados a las viviendas, o bien, lo mas cerca posible a la zona donde vivía el dueño. También su estructura era realizada en piedra y yeso, con una puerta de acceso, y una parte cubierta con techumbre. Dentro de él realizaban la corte para el gorrino, y dependiendo de la dimensión del mismo, una estancia para guardar todos los utensilios de las eras.

Además de los animales, se guardaba la leña, y la basura para los abonos.

Los pajares los ubicaban en las eras, o cerca de los corrales. Eran de una sola altura, y con una puerta de acceso por la que primeramente metían la paja que traían de la era. Cuando el espacio ocupado por la paja impedía ya el acceso al pajar, cerraban esa puerta y por la “piquera”, que eran una ventanita elevada, metían el resto de la paja ayudándose de la “horca”.