18 de Septiembre de 2004... y después de mucho, mucho, mucho tiempo, nos volvimos a encontrar!!.

El reencuentro en Caracenilla de los nacidos en la década de los 60, comenzó el viernes por la tarde con la llegada al pueblo de los primeros asistentes.

Fue tarde de organizar, de primeras presentaciones y de primeras conversaciones.

Los pocos que pudimos asistir esa tarde, pudimos escuchar los primeros acordes musicales que estuvieron presente durante todo el encuentro.

El sábados fue el gran día, todo estaba preparado para el gran evento.... y nos dio la sensación de que hasta el sol se alió con nosotros.

Por la mañana, en la plaza del pueblo, lo único que se veía eran saludos, abrazos, y un ir y venir de gente para la preparación del menú de la comida.

El lugar indicado, después de alguna deliberación , fue el atrio de la Iglesia , donde se preparo una “gran” caldereta, que se siguió paso a paso de la receta cedida por Juanito para la web, y por si nos quedábamos con hambre, una gran parrillada.

Entre el humo y el olor a carne asada surgieron las anécdotas, y los recuerdos de hace 20 años. Se refrescó la memoria a los mas olvidadizos, surgió alguna que otra confesión, y por supuesto, se comentaron sentimientos de juventud.

La comida se realizó en la sede social del pueblo, comimos, bebimos y nos reímos. Y nuestra enhorabuena al cocinero, que para ser la primera caldereta que hacía en su vida, estaba de chuparse los dedos, no nos falto de naaa, que hasta café nos hicieron!!

Sobremesa de música y de “leyendas” tocando acordes. Se escucho de tooooo, desde suecos tocando la guitarra en plan cantautor, a baterías que realizaban un sueño sin cumplir.

Los mas atrevidos, gracias a la molestia que se tomo nuestro montañero particular, pudimos disfrutar en el rocodromo del pueblo del la tirolina y de bajadas en rapel. Los gritos de pánico de algunas “osadas” se escuchaban hasta en la Alameda de la Monja... pero a pesar de todo, el pabellón femenino quedo muy alto.

Antes de la cena, el “karaoke” tuvo que ser soportado por todos los asistentes. Es increíble la capacidad de concentración que tenían los músicos ante los gallos producidos por los que cogían el micrófono... Eran como niños con juguete nuevo, daba gusto verlos.

Después de cenar fue noche de juegos, chistes, risas, risas, y risas!!!!... y asinnnnnn nos dieron las 4 de la mañana.

El tiempo se nos paso volando, y esa noche, ya muchos se tuvieron que marchar, pero creo, que se marcharon con el recuerdo, de que los de “entonces” seguimos siendo los mismos.

Quisiera comentar antes de terminar, que el equipo fue cedido por el batería del grupo “Sinson”, que desde aquí quiero agradecerle todas las molestias que se tomo para que los viejos músicos de entonces volvieran a salir a la luz.

Este primer encuentro, se ha realizado gracias a la ilusión que habéis puesto todos vosotros. Sin vuestra asistencia y vuestro voluntariado no habría podido ser posible.

MUCHAS GRACIAS A TODOS.

Marisol.