Llevábamos mucho tiempo planeando y preparando esta cena y esperándola a la vez con gran ilusión, y el día señalado llegó. La cita era a las 23:00, pero mucha gente estaba allí desde las 22:00, con ganas por reencontrarse con los amigos de la infancia con los que hemos crecido verano tras verano.
La ilusión era grande, por que había personas que no habíamos visto desde hacia muchos años y el reencuentro fue gratificante.
Una vez que llegamos todos, era emocionante ver aquella mesa tan larga y la cara de tanta gente conocida reunida para pasar una noche diferente e inolvidable.
Lo más divertido fué reunirnos alrededor de todas aquellas fotos de la infancia y juventud, y reirnos de nuestras pintas de entonces, y de lo unidos que estábamos. También surgieron anécdotas de borracheras y antiguos amores que nos llenaron de nostalgia.
Una vez terminada la cena, algunos en buen estado de esperanza, se tuvieron que marchar, y otros seguimos la juerga hasta las 5:00 de la mañana ( otros mas...) por que ¡los cuerpos ya no están pa estos trotes! (yo al día siguiente tenía un sueño....)
Fué una noche especial, se echó mucho de menos a los que no pudieron asistir y por eso tenemos ya preparada la quedada de Mayo, esta vez en el pueblo, para poder rememorar aquellas tortillas en el río y nuestro "cubos" en el atrio.Ojala que en Mayo estemos todos. Gracias a la gente que ha hecho posible que nos hayamos reunido yhayamos recordadotan buenos ratos vividos en Carace.
Un saludo.

Ana I. Rubio