Historia

El Sr. Penitenciario Dr. D. José Joaquín de León y Gascueña pide licencia al Sr. Obispo, D. Felipe Antonio Solano, el 29 de Diciembre de 1799 y se le concede el día 30. Se bendijo y colocó la primera piedra el 4 de Mayo de 1800, el 1 de Octubre de 1802 ya estaba concluida y se inauguró el 2 y el 3 del mismo mes y año. La licencia para inaugurar y bendecir la Ermita y crear el Patronato la concedió el Obispo de entonces, Ilmo. Sr. D. Antonio de Palafox y Croy.

Hizo los planos y dirigió la obra el Maestro Mayor de Arquitectura, D. Mateo López, natural de Iniesta, Arquitecto del Ayuntamiento y Obispado de Cuenca.

Costó la Ermita, incluido el ajuar, 136.802 reales con 13 maravedíes; la Iglesia Parroquial 361.979 reales con 15 maravedíes. En total Iglesia y Ermita, en números redondos, costaron medio millón de reales. En cuanto a la Ermita advierte la crónica que no hubo que comprar más madera que las tablas y dos o tres carros de tirantes por la mucha que había sobrado de la iglesia y que la villa regaló las cuatro vigas maestras de la media naranja en cuatro olmos excelentes.

La Ermita es de estilo neoclásico, de planta de cruz latina, con cúpula y bóveda de medio cañón, con lunetos; en las pechinas de la cúpula tiene unos medallones con relieves policromados (el color es el original) que representan figuras del Antiguo Testamento que la Iglesia aplica a la Virgen: Huerto Cerrado, Pozo Sellado, Fuente de la Vida y Casa de Dios; en torno a los medallones hay esculpido un rosario; el color azulado de las cornisas junto con los elementos antes mencionados indica que está dedicada a la Virgen (Misterio de la Inmaculada Concepción). Tenía órgano también en el balconcillo de la izquierda (según se entra). El retablo mayor es el mismo de antes restaurado. El cuadro grande no es el mismo, que desapareció (¿ en la persecución religiosa del 36?); este es una reproducción fotográfica del original de la Purísima de Ribera. El antiguo no se sabe que Inmaculada reproducía; en uno de los ángulos de abajo había pintada una efigie de San Antón, lo que ha llevado a la equivocación, en la opinión popular, de que la Ermita era de San Antón; incluso en algún libro, como, por ejemplo, el Diccionario de Madoz, se dice que es de San Antón; pero está claro en los documentos que está dedicada a la Inmaculada Concepción. Hemos puesto un San Antón, reproducción de uno de Zurbarán, en el marco superior en recuerdo de lo anteriormente dicho. La Ermita tiene dos retablos laterales que hay que restaurar y colocar; en ellos había sendos cuadros del Nacimiento de Jesús y San Roque, que se conservaban en la iglesia parroquial, pero lamentablemente el de San Roque fue robado hace unos años. La campana (el yugo y el bajo son nuevos) es la misma que antes había, recuperada providencialmente. El nártex de la entrada, tabicado en los arcos extremos, se utilizó algún tiempo como vivienda del santero. Las rejas son nuevas.

Esta Ermita, por voluntad del fundador, tuvo siempre un Patronato, concedido a los familiares del Sr. Canónigo (derecho preferente cuanto más cercano el parentesco) y conlleva la obligación de cuidar la Ermita y el derecho a ser enterrado en ella. Así a través del tiempo, han sido enterradas 31 personas. Algunas tumbas tenían lápidas; pero en un tiempo en que estuvo un tanto abandonada, todas las lápidas fueron rotas, incluso alguna sepultura profanada. Todas las lápidas, aunque partidas, están colocadas debajo del piso cerca del altar mayor, a la derecha según se entra.